Por Abog. Alicia Palacios
El nuevo fenómeno socio cultural descubierto por los más desfavorecidos, se ha puesto en marcha esta vez por los varones.
"Una monedita por favor", en pleno semáforo y nos topamos a mujeres con niños en brazos. Hoy en día esto tiene como protagonista a un varón.
A la hora de lograr sustento por medio de la mendicidad utilizan a niños, podríamos suponer son sus hijos propios, promoviendo así a una realidad de padre solo, desafortunado cuya necesidad puede ser paliada con monedas.
Pueden ser niños "prestados" para el fin comercial de lograr el recaudo a convenio de partes a dividir ganancias.
En ambas variantes, el punto es la novedad de ver al varón latino paraguayo tomando las calles, con un hijo en brazos, apelando a la solidaridad. Empleando así un marketing novedoso e innovador, cuyos resultados son alentadores a tal punto que esa misma conducta se ha visto reproducida en masivamente en varios puntos del país.
Rompiendo tradicionales métodos, confinados solo a las féminas, imperdible en otras épocas ver al macho inmiscuirse en "cosas" de mujeres. A tal punto que la ausencia de acción por parte de los organismos responsables de velar por la influencia es la moneda corriente, como en pura complicidad evita interponerse en el "trabajo del hombre" que mendiga con un infante al que debe mantener. Con un MSP que nada pudiera hace desde su poder de planificación familiar y contralor del estado pediátrico del niño mendigo.
Si no hacemos algo, somos todos cómplices encantadores.