Hoy se cumplen 27 años del peor accidente aéreo en la historia de nuestro país. Un avión de carga se estrelló sobre una plaza en la ciudad de Mariano Roque Alonzo, tan solo unos minutos después de despegar. El resultado fueron 22 muertos. Todo fue por una “broma” entre los tripulantes de la aeronave.
Era el domingo 4 de febrero de 1996. Todos disfrutaban un día soleado en la plaza del barrio Monseñor Bogarín de la ciudad de Mariano Roque Alonso. Los niños y jóvenes se divertían en la plaza, jugando partido, mientras que los demás socializaban, disfrutando de la jornada. La familia García se juntó para una reunión familiar. Todo transcurría con normalidad. En un momento dado se escuchó el sonido de un avión. A nadie le extrañó, ya que era algo habitual por la cercanía al aeropuerto. Sin embargo, el sonido de avión se empezó a oír cada vez más fuerte. Una sombra comenzó a proyectarse sobre la plaza. Y luego estruendo ensordecedor. De un momento a otro, aquella agradable jornada se llenó de fuego, humo, gritos, llanto, angustia. Un avión había caído justo sobre la plaza. Se trataba de un avión de carga que hacía apenas unos minutos había despegado y se precipitó y se estrelló debido a una “broma” entre los tripulantes.
Un avión de carga, un MacDonell Douglas DC-8 55 F, perteneciente a la aerolínea colombiana Líneas Aéreas del Caribe (LAC), se preparó para despegar hacia Sao Paulo, Brasil, para recoger una carga y llevarla a Barranquilla, Colombia. Las condiciones de vuelo eran inmejorables: hacía buen tiempo, estaba soleado, la visibilidad era óptima, la aeronave estaba en perfectas condiciones técnicas y la tripulación estaba bien descansada. La tripulación estaba compuesta por el capitán y piloto José Muñoz, el primer oficial y copiloto José Karft y el ingeniero de vuelo Hernando Sánchez. A bordo también iba un pasajero. Todos eran de nacionalidad colombiana.
El piloto Muñoz decidió que era buen momento para probar al copiloto Karft, así que le cedió los controles de la aeronave. A las 14:30 despegaron del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. Poco después de elevarse, el capitán redujo la potencia de uno de los motores del ala izquierda para probar la destreza del copiloto. Esto causa que el avión se incline a la izquierda. El capitán y el ingeniero de vuelo presionan al copiloto para que recupere la posición normal. El ingeniero de vuelo apaga el motor 2 del ala izquierda. La aeronave se inclina aún más y pierde empuje. Los dos motores restantes no pueden mantener el avión en vuelo. El copiloto lucha por mantener la estabilidad de vuelo. Empiezan a caer. Finalmente se estrellan en una plaza de Mariano Roque Alonso.
Como resultado, los cuatro ocupantes de la aeronave, más 18 personas que estaban en tierra, 13 de ellas, niños, perecieron en el accidente. Once de los fallecidos eran miembros de la familia García. Este se convirtió en el peor desastre aéreo en la historia del Paraguay. Cinco viviendas fueron alcanzadas por el impacto. Hubo explosiones en la aeronave producto de la carburación ya que dos de los motores estaban tan forzados que no entró aire por las turbinas.
Se determinó que las causas del accidente fueron por “error humano”. El procedimiento aplicado al copiloto fue irresponsable y violatorio de las normas de vuelo. Este accidente supuso el principio del fin para LAC, y la aerolínea dejó de existir en junio de 1996, solo unos meses después del accidente. Hoy se cumplen 27 años de aquél fatídico día.